En tiempos de crisis todos empiezan a ver cómo recortar. Y la tecnología es una de las áreas más sensibles. Lo viví personalmente. Estaba invitado a un viaje a Alemania por una conocida empresa de software germano. Y cuando ya había aprendido «Hola» y «Gracias» en alemán me llaman diciéndome: «Disculpe señor, pero por la crisis decidimos suspender las invitaciones a periodistas». En fin. Total, los strudels chilenos son más ricos.
Pero volviendo al tema del ahorro tecnológico, en muchas partes el Pingüino de Linux está siendo más valorado, debido a su menor costo de implementación y desarrollo. Es así como varias universidades y colegios de 29 estados de Estados Unidos acaban de anunciar que se cambiarán a Linux para enfrentar la crisis económica.
Son alrededor de 50 entidades que están de cabeza en cómo aprovechar más el presupuesto. Laboratorios, salas de telecomunicaciones, bibliotecas y las aulas. Todas se vestirán de blanco y negro.
Conincidentemente a esta decisión, anda por estos días en Argentina, Richard Stallman, una especie de profeta del software libre (y es cosa de verle la pinta). En una conferencia en Buenos Aires dijo: “Las escuelas deben rechazar las donaciones de software privativo. Es como donar ampollas de droga a las escuelas para crear adictos. La escuela debe enseñar el espíritu de buena voluntad, no el afán de lucro”.
Para pensar.
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